EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MONO EN HOMBRE

F. Engels

La lectura dice que Darwin dio una descripción aproximada de una raza de antropomorfos extraordinariamente desarrollada, con la cual nos podemos dar una idea de como eran nuestros antepasados; estaban totalmente cubiertos de pelo, orejas puntiagudas, vivían en los árboles y formaban manadas. Partiendo del desarrollo de estos antropomorfos Engels considera al trabajo como la  condición básica y fundamental de la vida humana, por el cual el hombre ha evolucionado. El punto determinante para que se diera el paso del mono al hombre y como consecuencia del trabajo, fue la necesidad de adaptar poco a poco las manos a funciones más complejas, conforme se iba adquiriendo más destreza y habilidad, fue de esta manera, cómo se dejo de utilizarlas para caminar y ayudó para que adoptaran una posición erecta que en poco tiempo se manifestó como una necesidad.

El quehacer del trabajo dentro de la evolución, favoreció la formación de la sociedad, debido a que constantemente se tenían que realizar tareas en conjunto y con esto surgió una nueva necesidad: la de comunicarse. Es en ese momento, cuando se da el origen del lenguaje puesto que dicha necesidad creó la laringe y poco a poco se fue desarrollando hasta llegar a pronunciar un sonido articulado tras otro. La principal  consecuencia del trabajo y del lenguaje es la transformación del cerebro del mono en cerebro humano que lo supera en tamaño y perfección. Con el desarrollo del cerebro humano, se permitió el desarrollo de los órganos de los sentidos (oído, vista, tacto, gusto y olfato) que fueron adaptándose a las necesidades de los individuos para poder vivir en su entorno natural.

Otro aspecto en el que el trabajo influyó fue en el cambio de la alimentación, mediante la elaboración de diversos instrumentos para la caza y la pesca, dando como resultado el uso del fuego y la domesticación de animales. Por lo que, la alimentación se volvió mixta y favoreció el  metabolismo y desarrollo del cerebro de los individuos ya que se consumían los nutrientes nuevos que fueron los necesarios para la transformación de monos a seres humanos.

Al paso en que se daba la evolución del mono en hombre, se iba diversificando y perfeccionando el trabajo extendiéndose a nuevas actividades como la agricultura, hilado, la navegación entre otros; sin dejar a un lado el comercio, las ciencias, el derecho, política y la religión. Con todo esto nos podemos dar cuenta que el hombre hizo uso de la naturaleza modificándola para servir a sus intereses. Entonces, la mano del hombre no sólo ha servido para aprovechar los beneficios de la naturaleza sino que al producir también han dañado el medio ambiente dejando una huella imborrable en el entorno.

El hombre desde el establecimiento de la propiedad privada ha ido buscando la manera de seguir aprovechándose de la naturaleza mediante el trabajo llevando a cabo diversos modos de producción que buscan un efecto útil del trabajo y sólo le interesa los resultados próximos y palpables, que dieron lugar al surgimiento de una división de la población en la clase dominante (dueño) y la oprimida (empleado).